martes, 7 de mayo de 2013

EL ‘ORO VERDE’ CUMPLE CASI UN CUARTO DE SIGLO EN LA PLATA


Con un predio total de 77 hectáreas ubicadas en el barrio platense Ángel Etcheverry (provincia de Buenos Aires), el Establecimiento María Belén lleva 24 años como el mayor productor local de kiwi. A la cabeza del proyecto está José María Randazzo, quien junto a sus hermanos – Magdalena y Marcelo Randazzo- conforma el Directorio del Grupo Randazzo, empresa que tiene la concesión oficial de las marcas automotrices Chevrolet, Fiat y Renault; y se destaca en la venta de usados por Randazzo Automotores y AutosCar.
En el año 1989, época en que el kiwi era considerado un producto exótico sólo proveniente de Chile, Italia y Nueva Zelanda, la familia Randazzo decidió invertir en “oro verde” -tal como se conoce a esta fruta- y actualmente el emprendimiento se mantiene en continuo crecimiento.
El kiwi de María Belén se cosecha en el mes de Abril –que se celebró con un exclusivo evento de inicio de temporada-, y es exportado en un 80%, siendo el resto comercializado en el mercado interno. La exportación desde el establecimiento, que comenzó en el año 2002, se realiza a través de la Cooperativa Huertas del Plata. Los primero destinos fueron Brasil, España y Alemania. Al año siguiente se sumó Italia, Portugal, Francia, Holanda y Canadá; y desde el año 2004 se inició un proceso de intercambio de fruta con Italia lo cual  permite que María Belén cuente con kiwi italiano importado a partir del mes de Noviembre y hasta el mes de Marzo para abastecer el mercado interno.

Las exigencias del ‘Oro verde’
El kiwi requiere primaveras y principios de otoño libres de heladas, una adecuada pero no excesiva humedad del suelo durante todo el año y relativamente alta humedad ambiental. Los mejores terrenos para su implantación son los suelos profundos y alto contenido de materia orgánica. Aunque es sensible al frío mientras tiene hojas, requiere acumular una cierta cantidad de bajas temperaturas durante el período de reposo invernal para una completa fructificación en la próxima temporada.
La producción alcanza el máximo rinde en un período de entre cinco y ocho años en condiciones óptimas. En María Belén 23 de las 77 hectáreas están plenamente dedicadas a la producción de kiwi, con un rendimiento de 30.000 kg/ha. Para la preparación del suelo en el establecimiento se realizan una serie de labores previas para la nivelación del mismo y la eliminación de malezas. 
Por extenderse las raíces hasta 2 m desde el tronco y a 1 m de profundidad, se realizan riegos frecuentes con sistemas de Microaspersión que permiten distribuir el agua en el volumen de suelo explorado por la planta. Así, la respuesta del kiwi al riego resulta absolutamente positiva, hecho determinado por su ambiente de origen, caracterizado por un clima muy húmedo.
Asimismo, la polinización es muy importante para lograr un buen tamaño de los frutos. Durante un periodo de una semana cuando se produce la floración, los especialistas de María Belén llevan a cabo esta tarea que consiste en realizar aplicaciones de polen sobre las flores. También se contribuye a la polinización incorporando colmenas de abejas en los parrales.
La poda es una necesidad determinada por el comportamiento vegetativo y reproductivo de esta especie. La poda de invierno se realiza cuando la planta está en reposo y sin hojas, para regular el numero de cargadores (ramas de un año que darán flores) necesarios para una producción de fruta equilibrada. La poda de verano se realiza debido al crecimiento exuberante de esta especie, para permitir una adecuada penetración de luz, que es muy importante para obtener frutos de calidad. Sin embargo, sería difícil pretender regular la carga de frutos solamente a través de la poda y se hace imprescindible incluir el raleo de frutos como práctica para mejorar la calidad, traduciéndose en la obtención de una producción de frutos de mayor tamaño.
Postres de cada fruta durante el evento de Lanzamiento de temporada 2013















Calidad con el aval de la Experiencia
Mantener la calidad del producto es el objetivo principal en Maria Belén, y para ello se realizan controles desde el ingreso de la fruta a la planta de empaque, durante la guarda y en el posterior proceso de comercialización. El establecimiento cuenta con una máquina Tamañadora Electrónica neozelandesa capaz de procesar 4000 Kg/hr, y que, siendo específica para kiwi, garantiza el correcto calibrado por peso y el buen trato de la fruta, aspectos imprescindibles para llegar a los mercados con un producto de primera calidad.
Las cámaras frigoríficas con que cuenta el establecimiento están equipadas con máquinas para filtrar el etileno del aire. Esto permite guardar el kiwi durante un período de tiempo prolongado, conservando su calidad, presión de pulpa, sabor y aroma característicos.
De esta manera, en María Belén es igualmente importante realizar controles periódicos, supervisión técnica permanente y capacitación del personal, para asegurar los rigurosos estándares que caracterizan a la empresa.

Estructura institucional
El Sr. Jose Maria Randazzo es el representante del Directorio de la Empresa que comanda el grupo de trabajo de María Belén con apoyo del Sr. Arturo Zucarelli que se encarga de las tareas de administración y de dirigir la Comercialización. El Sr. Eduardo Cribellatti es responsable del área de Plantación, el Ing. Juan Messineo, encargado del proceso de Producción. Asimismo, el personal se completa con 2 Ingenieros Agrónomos, 5 capataces y 28 empleados.

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