Por: Grupo Randazzo
Con un predio total de 77 hectáreas
ubicadas en el barrio platense Ángel Etcheverry (provincia de Buenos Aires), el
Establecimiento María Belén
lleva 24 años como el mayor productor local de kiwi. A la cabeza del proyecto está José María
Randazzo, quien junto a sus hermanos – Magdalena y Marcelo Randazzo- conforma
el Directorio del Grupo
Randazzo, empresa que tiene
la concesión oficial de las marcas automotrices Chevrolet, Fiat y Renault; y se destaca en
la venta de usados por Randazzo Automotores y AutosCar.
En
el año 1989, época en que el kiwi
era considerado un producto exótico sólo proveniente de Chile, Italia y Nueva
Zelanda, la familia Randazzo decidió invertir en “oro verde” -tal como se
conoce a esta fruta- y actualmente el emprendimiento se mantiene en continuo
crecimiento.
El kiwi de María
Belén se cosecha en el mes de Abril –que se
celebró con un exclusivo evento de inicio de temporada-, y es exportado en un
80%, siendo el resto comercializado en el mercado interno. La
exportación desde el establecimiento, que comenzó en el año 2002, se realiza a
través de la Cooperativa Huertas del Plata. Los primero destinos fueron Brasil,
España y Alemania. Al año siguiente se sumó Italia, Portugal, Francia, Holanda
y Canadá; y desde el año 2004 se inició un proceso de intercambio de fruta con
Italia lo cual permite que María Belén cuente con kiwi italiano importado a partir del
mes de Noviembre y hasta el mes de Marzo para abastecer el mercado interno.
Las exigencias del ‘Oro verde’
El kiwi requiere primaveras y principios
de otoño libres de heladas, una adecuada pero no excesiva humedad del suelo
durante todo el año y relativamente alta humedad ambiental. Los mejores
terrenos para su implantación son los suelos profundos y alto contenido de
materia orgánica. Aunque es sensible al frío mientras tiene hojas, requiere
acumular una cierta cantidad de bajas temperaturas durante el período de reposo
invernal para una completa fructificación en la próxima temporada.
La
producción alcanza el máximo rinde en un período de entre cinco y ocho años en
condiciones óptimas. En María Belén
23 de las 77 hectáreas están plenamente dedicadas a la producción de kiwi, con un rendimiento de 30.000 kg/ha. Para la preparación del suelo en el
establecimiento se realizan una serie de labores previas para la nivelación del
mismo y la eliminación de malezas.
Por
extenderse las raíces hasta 2 m desde el tronco y a 1 m de profundidad, se
realizan riegos frecuentes con sistemas de Microaspersión que permiten
distribuir el agua en el volumen de suelo explorado por la planta. Así, la
respuesta del kiwi al riego resulta
absolutamente positiva, hecho determinado por su ambiente de origen,
caracterizado por un clima muy húmedo.
Asimismo,
la polinización es muy importante para lograr un buen tamaño de los frutos.
Durante un periodo de una semana cuando se produce la floración, los
especialistas de María Belén llevan
a cabo esta tarea que consiste en realizar aplicaciones de polen sobre las
flores. También se contribuye a la polinización incorporando colmenas de abejas
en los parrales.
La
poda es una necesidad determinada por el comportamiento vegetativo y
reproductivo de esta especie. La poda de invierno se realiza cuando la planta está
en reposo y sin hojas, para regular el numero de cargadores (ramas de un año
que darán flores) necesarios para una producción de fruta equilibrada. La poda
de verano se realiza debido al crecimiento exuberante de esta especie, para
permitir una adecuada penetración de luz, que es muy importante para obtener
frutos de calidad. Sin embargo, sería difícil pretender regular la carga de
frutos solamente a través de la poda y se hace imprescindible incluir el raleo
de frutos como práctica para mejorar la calidad, traduciéndose en la obtención
de una producción de frutos de mayor tamaño.
Postres de cada fruta durante el evento de Lanzamiento de temporada 2013 |
Calidad con el aval de la Experiencia
Mantener
la calidad del producto es el objetivo principal en Maria Belén, y para ello se realizan
controles desde el ingreso de la fruta a la planta de empaque, durante la
guarda y en el posterior proceso de comercialización. El establecimiento cuenta
con una máquina Tamañadora Electrónica neozelandesa capaz de procesar 4000
Kg/hr, y que, siendo específica para kiwi,
garantiza el correcto calibrado por peso y el buen trato de la fruta, aspectos imprescindibles
para llegar a los mercados con un producto de primera calidad.
Las cámaras frigoríficas con que cuenta el establecimiento están equipadas con máquinas para filtrar el etileno del aire. Esto
permite guardar el kiwi durante un período de tiempo prolongado, conservando su
calidad, presión de pulpa, sabor y aroma característicos.
De esta manera, en María Belén
es igualmente importante realizar controles periódicos, supervisión técnica
permanente y capacitación del personal, para asegurar los rigurosos estándares
que caracterizan a la empresa.
Estructura
institucional
El
Sr. Jose Maria Randazzo es el representante del Directorio de la Empresa que
comanda el grupo de trabajo de María
Belén con apoyo del Sr. Arturo Zucarelli que se encarga de las tareas de
administración y de dirigir la Comercialización. El Sr. Eduardo Cribellatti es
responsable del área de Plantación, el Ing. Juan Messineo, encargado del
proceso de Producción. Asimismo, el personal se completa con 2 Ingenieros Agrónomos,
5 capataces y 28 empleados.
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